
Jan Van Eyck (0000-0000) Historia
1 Un visitante nos comenta Pintor flamenco. Sin duda, el suyo es el más conocido entre los nombres de los pintores primitivos flamencos, una fama de la que ya gozaba a su muerte; hoy se le sigue considerando uno de los grandes maestros de la pintura. Durante mucho tiempo se le atribuyó la invención de la técnica pictórica del óleo, pero en la actualidad se piensa más bien que la llevó a unos niveles de perfección elevadísimos, desconocidos antes de él. Trabajaba los colores al óleo pacientemente, a veces con la yema de los dedos, hasta plasmar los reflejos luminosos de los objetos y el aspecto cambiante de la luz. Trabajó en La Haya para Juan de Baviera y más tarde en Lille como pintor de corte de Felipe el Bueno, a quien permaneció vinculado durante toda su vida. En 1430 se estableció en Brujas, donde vivió hasta su muerte. Dos años más tarde, en 1432, acabó la que se considera su obra maestra, el gran retablo de la Adoración del cordero místico, realizado para la catedral de Gante. Esta obra presenta, no obstante, problemas de atribución, ya que incluye una inscripción en el marco según la cual fue ejecutada por Hubert y Jan Van Eyck. El problema radica principalmente en lo oscuro de la figura de Hubert, al cual no se atribuye ninguna otra obra y de quien nada se sabe con certeza, hasta el punto de que algunos especialistas han llegado a dudar de su existencia. Por otra parte, no hay en el retablo diferencias estilísticas que permitan atribuir partes distintas a cada uno de los dos hermanos. La obra, que consta de más de doce tablas, es notable por su vivo colorido, la riqueza paisajística, el complejo programa iconográfico y el extremo cuidado de los detalles, rasgo característico de Van Eyck y extensivo a toda la pintura flamenca.