Honoré Daumier (1808-1879) Arte
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Pintor, dibujante, ilustrador, caricaturista y litógrafo francés. Es considerado como el mejor pintor social y testimonial. Hijo de un vidriero cuyas aspiraciones de poeta lo mueven a trasladarse con su familia a París. Allí, Honoré aprende las técnicas de impresión al trabajar como litógrafo. La base de su formación artística se hace sólida con sus visitas al Museo del Louvre, donde se apasiona por la escultura. Es asistente de Alexandre Lenoir, pintor y arqueólogo. Luego, en 1828, entra a estudiar en la Academia. Dos años después comienza en Silhouette sus colaboraciones como caricaturista, ocupación que no abandona durante 40 años, siempre para periódicos republicanos. Mientras trabaja para La Caricature es condenado a 6 meses de prisión (1832) por elaborar una caricatura del rey Luis Felipe, titulada Gargantúa. En sus entregas a La Charivari continúa su labor de protesta y publica litografías como La libertad de prensa, El vientre legislativo, Las medias azules. Sus sátiras atacan tanto la política como a las costumbres de todos los sectores sociales tal como se observa en Baigneurs, Les Papas o Les Bons Bourgueois. Se enfrenta con los problemas del proletariado y hace énfasis en la corrupción de la administración de justicia, como en Les Gens de Justice. La conclusión de la guerra franco-prusiana coincide con su abandono de las litografías, cuya producción asciende a unas 4.000. Se dedica entonces a la escultura y a la pintura que, a diferencia de sus caricaturas, pasan inadvertidas en su época. Aborda la cotidianidad sin detenerse en los cánones de belleza establecidos. No pretende glorificarla, sólo mostrarla como es, sin ser naturalista. Como ejemplo de dicha intención se cuentan, entre otras, La lavandera y la sopa, La revuelta (1848), Los emigrantes (1843) y El vagón de tercera (Museo Metropolitano, Nueva York). Pinta siempre de memoria, sin recurrir a modelos. Al final de sus días abandona su trabajo amenazado por la ceguera y muere pensionado por Camille Corot.