Wilhelm Konrad von Röntgen (1845-1923) Ciencía y Tecnología
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Físico alemán. Desde pequeño se siente atraído por la ciencia y sus aplicaciones en la vida cotidiana. Al ser expulsado de la escuela pierde la oportunidad de ingresar en la universidad, por tal motivo, entra a la Escuela Politécnica de Zurich donde adelanta estudios en ingeniería. Después de obtener el título, encuentra la oportunidad de trabajar en la investigación científica: el físico August Kundt lo nombra su asistente. A su lado participa en varias investigaciones que lo ponen en contacto con distintas ramas de la física. En 1895 lleva a cabo el descubrimiento que le da la fama, indagando sobre la luminiscencia que producían ciertos compuestos químicos expuestos a los rayos catódicos. Al utilizar el tubo inventado por William Crookes sobre el platinocianuro de bario con el fin de observar el débil resplandor, se encierra en un cuarto oscuro y cubre el tubo con un cartón negro. Sorprendido, observa cómo algunos rayos se reflejan en la pared, a pesar del cartón. Dicha radiación de procedencia desconocida, a la que llamó rayos X, atraviesa láminas más gruesas de cartón y de metal. Von Röntgen no tarda en hacer demostraciones públicas de su hallazgo, tomando fotografías de manos expuestas a rayos X. Pronto el invento se utiliza para localizar balas en el cuerpo de personas heridas, observar con precisión lesiones en los huesos y en odontología. Von Röntgen trabaja como profesor en las universidades de Estrasburgo, Giessen, Munich y Würzburg, donde llega a ser el director del departamento de Física. Su invento constituye la base para el estudio de la radiactividad y del núcleo del átomo. En razón de sus principios de conciencia, se negó a solicitar una patente para su invento, que le hubiera reportado incalculables beneficios económicos. Recibe el Premio Nobel de Física en 1901, pero muere indigente, víctima de la crisis económica de su país.