María Victoria Ledesma Cuevas (Encarnación de Díaz, Jalisco, 30 de mayo de 1931), mejor conocida como Rosa de Castilla, es una cantante y actriz mexicana, actualmente retirada, conocida como una de las grandes folklóricas del cine mexicano. Registrada como María Victoria Ledesma Cuevas, Rosa de Castilla, nace en Encarnación de Díaz, Jalisco en 1932, hija de Salvador Ledesma y Virginia Cuevas, quienes tuvieron 8 hijos de los cuales sobrevivieron 4: Luis, Javier, Liduvina y María Victoria. Desde muy pequeña se traslada con su familia a la ciudad de Aguascalientes, por lo que es muy identificada con esa ciudad, y es en esta que inicia su carrera a los 14 años de edad, presentadose con gran éxito en el centro nocturno Río Rosa. Paso poco tiempo para que se decidiera probar suerte en la Ciudad de México, lugar en donde es contratada para actuar por un mes en el entonces muy popular centro nocturno Waikikí, con tan gran éxito que alargo su temporada por dos años mas. Estando con su temporada en el Waikikí, el productor Raúl de Anda “El charro negro” la invita a participar como actriz en las películas filmadas en 1951, El lobo solitario, La justicia del lobo y Vuelve el lobo. Poco después la casa productora Mier y Brooks la contrata en exclusiva por 5 años, el nombre Rosa de Castilla surgió debido a que en ese tiempo estaba en su momento cumbre otra cantante mexicana que se hacia llamar María Victoria, por lo que el delegado jurídico de la ANDA sugirió a la incipiente actriz a cambiarse su nombre de pila. En poco tiempo Rosa de Castilla logro reconocimiento como actriz, como lo demuestra su nominación al Ariel por su trabajo en la cinta Tal para cual (1952) de Rogelio A. González y en la que trabajo con Jorge Negrete y Luis Aguilar, con Negrete trabajaría de nuevo en Los tres alegres compadres (1952), en la que también aparecían Pedro Armendáriz, Rebeca Iturbide y Andrés Soler, además fue dama joven de Germán Valdés “Tin Tan”, en la divertida comedia El mariachi desconocido (1953). Pese a estas buenas cintas en adelante fue encasillada en papeles semiestelares con poca trascendencia, la mayoría en el genero de comedia ranchera, así que su carrera tuvo una mayor estimación en la música que en la actuación. A fines de los años 60 gana el premio como mejor actriz teatral por la obra El hombre de la mancha, sin embargo en cine no había podido despuntar en papeles de relevancia, por lo que decide crear un espectáculo sin precedentes en México, en el que aparecía parcialmente desnuda cantando lo que mejor sabia hacer, música mexicana, sin embargo desato un escándalo en el que se vio involucrada la entonces esposa del presidente de México en turno: Luis Echeverria Álvarez, María Esther Zuno, que quiso cerrar el lugar donde se presentaba Rosa. Después del escándalo suscitado por su espectáculo, Rosa de Castilla se aleja del cine y vive una serie de altibajos en su vida, en la que hubo un intento de suicidio, mientras seguía con sus presentaciones como cantante, retorna al cine a mediados de los años 90 y es su última cinta – La paloma de Marsella (1999)- de Carlos García Agraz que le vuelve a generar reconocimiento de la crítica, pese a esto no vuelve a aparecer en proyecto alguno. Actualmente vive retirada y en últimas fechas fungió como miembro del comité de honor y justicia de la ANDA.
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