Giovanni Battista Tiépolo (1696-1770) Arte
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Pintor y decorador italiano, pinta su primera obra para el Ospedaletto de Venecia a los 19 años. Es uno de los últimos representantes del barroco y del rococó. Su pintura es rica en esfumados, claridades y manchas oscuras que, combinados con destreza, dan a su arte un toque de elegancia y amabilidad, al estilo de El Veronés. Se advierte también una notable habilidad para crear la ilusión de espacio, por lo cual se le considera la máxima figura del ilusionismo barroco. Su estilo se puede admirar en la Madonna del Carmelo (1721, Galería Brera, Milán) y en la Glorificación de Santa Teresa. Entre sus frescos sobresalen los de los Gesuati de Venecia (Rosario y Santo Domingo) y los del palacio Labia (Historia de Cleopatra y Marco Antonio). También destacan los de la Villa Valmarana dei Nani, sobre temas de la Ilíada, la Eneida, el Orlando Furioso y la Gerusaleme Liberata. Domina las técnicas de Rubens, Tiziano y Rafael, pero con temas propios. Sus pinturas son de carácter narrativo, de composición heroica y de alto contenido lírico. Hacia 1740 su estilo adquiere rasgos originales como las líneas onduladas, la transparencia en el color y el equilibrio en el movimiento de masas. En 1762 va a España donde recibe el encargo de decorar las salas del Palacio Real. Entre sus mejores obras se cuentan el Camino del Calvario (Venecia), El Triunfo de la fe, Apoteosis de la Familia Pisani y la Glorificación de la Monarquía Española (Madrid), obra que no termina ya que le sorprende la muerte. Otras de sus obras de importancia son El repudio de Agar (1719, Milán), El Triunfo de las Artes (1743), Sacrificio de Abraham, El faraón sumergido, Martirio de San Bartolomé y La gloria de Santa Teresa, su primer fresco, y El rapto de Europa, Diana y Calixto y Apolo y Marsias, lienzos de tema mitológico.